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Cuando pensamos en accesibilidad, la imagen que se nos viene a la mente son esas pequeñas adaptaciones que hacen que el día a día de las personas con movilidad reducida (PMR) sea mucho más sencillo. Desde rampas hasta ascensores, cada detalle cuenta para que todos, sin importar su situación, puedan moverse por el mundo sin barreras.

Lo mejor es que, si eres parte de este colectivo, existen ayudas disponibles para mejorar la accesibilidad en tu hogar o negocio. Imagina poder acceder a un fondo de hasta 15.000 euros para instalar una rampa, modificar puertas o poner un ascensor. Parece una idea increíble, ¿verdad?

Estas ayudas están diseñadas para cubrir parte de los gastos necesarios para hacer que los edificios sean más inclusivos. Si vives en una comunidad o tienes una vivienda que necesita ajustes para facilitar la movilidad, puedes solicitar un apoyo económico. Las reformas no solo benefician a las PMR, sino también a personas mayores o a aquellas con otras necesidades de movilidad.

Solicitar estas ayudas no tiene por qué ser un proceso complicado. Lo primero es identificar las barreras arquitectónicas que dificultan el acceso. Si tienes una vivienda o trabajas en un espacio donde la accesibilidad es limitada, un arquitecto o un técnico especializado puede realizar un diagnóstico de lo que se necesita. Este proceso varía según la comunidad autónoma, por lo que es importante informarte bien en tu municipio.

Os dejamos un enlace con información detallada sobre el Programa de Rehabilitación Residencial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), dotado con 3.420 millones de euros de los fondos NextGenerationEU, cuyo objetivo es financiar actuaciones de renovación y mejora de la eficiencia energética de edificios residenciales. Accede a la información aquí (enlace)

¿Qué pasos debes seguir?

  1. Evaluación inicial: Un técnico especializado realiza un diagnóstico de accesibilidad en tu vivienda o comunidad, identificando las barreras arquitectónicas.
  2. Revisión de los requisitos: Cada tipo de ayuda tiene requisitos específicos, como el tipo de reforma o la ubicación de la propiedad. Asegúrate de cumplir con todos ellos antes de solicitar.
  3. Presentar la solicitud: Debes acudir a la administración correspondiente (local, autonómica o nacional) y presentar tu solicitud con la documentación necesaria, como el presupuesto de las obras y el diagnóstico de accesibilidad. Algunas comunidades autónomas permiten hacerlo de manera online.
  4. Ejecuta las reformas: Si tu solicitud es aprobada, podrás realizar las reformas necesarias. Asegúrate de cumplir con las normativas de accesibilidad.
  5. Justificación: Una vez terminadas las reformas, deberás presentar un informe detallado que certifique que las obras se han realizado conforme a los estándares de accesibilidad para obtener el reembolso de la ayuda.

Las barreras arquitectónicas no solo son un obstáculo físico, sino también social. Mejorando la accesibilidad, estamos ayudando no solo a las PMR, sino también a familias con carritos de bebé, personas mayores o cualquier persona que necesite un entorno accesible.

En resumen, las ayudas para personas con movilidad reducida son una oportunidad excelente para dar ese paso hacia un entorno más accesible. La accesibilidad no es solo una mejora estructural; es un derecho.

Si conoces a alguien que pueda beneficiarse de estas ayudas, no dudes en compartir esta información.

¡Nunca se sabe cuándo una pequeña reforma puede cambiarlo todo!